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Puerto Rico votará el domingo para decidir su estatus

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El gobierno de Puerto Rico le está apostando a la estadidad como la solución a los problemas estructurales que llevaron a la crisis financiera.

Los puertorriqueños votarán el domingo en un plebiscito para decidir el estatus del territorio.

Si la estadidad gana, como se espera, la isla iniciará lo que se conoce como el Tennessee Plan, un camino hacia la integración mediante el cual los territorios americanos mandan una delegación buscando ocupar escaños en el Congreso.

{mosads}Puerto Rico mandará a dos senadores y cinco congresistas, escogidos por el Gobernador Ricardo Rosselló (D), una vez que el plan rinde efectos.

La estadidad tiene aún un camino difícil, ya que a muchos republicanos les preocupa la idea de agregar un estado que podría sumar dos senadores demócratas y siete electores demócratas al Colegio Electoral.

Otros, citando el ejemplo de Alaska y Hawai, estados que se sumaron de manera conjunta en 1959, dicen que puede ser difícil predecir cómo votarían los territorios una vez que se convierten en estados.

“Esta es la misma gente que hace 60 años dijo que Hawai iba a ser un estado súper republicano y que Alaska iba a ser súper demócrata, y por eso los integramos al mismo tiempo,” dijo José Fuentes Agostini, el líder de los republicanos puertorriqueños en el continente.

El Partido Republicano de Puerto Rico apoya fuertemente a la estadidad. Y el Partido Republicano nacional ha apoyado la estadidad desde la década de los 40, cosa que se ilustró claramente en su plataforma nacional para 2016.

“Apoyamos el derecho de los ciudadanos de los Estados Unidos de Puerto Rico a ser admitidos a la Unión como un estado soberano,” dice la plataforma. “Una vez que el voto local del 2012 a favor de la estadidad sea ratificado, el Congreso debería aprobar una ley habilitadora con los términos para la admisión futura de Puerto Rico como el estado 51 de la Unión.”

El Presidente Trump, quien hizo enojar a los puertorriqueños quejándose de un potencial “rescate” de su sistema financiero tanto como candidato y como presidente, también ha mostrado apertura hacia la idea.

Como candidato, dijo que “la voluntad del pueblo de Puerto Rico en cualquier referéndum sobre su estatus debería ser considerado en tanto el Congreso de seguimiento a cualquier cambio deseado en el estatus de Puerto Rico, incluida la estadidad.”

Los votantes puertorriqueños en los estados han votado predominantemente por los demócratas, generando un apoyo amplio de ese partido por la estadidad. Muchos demócratas también argumentan que el estatus del territorio está intrínsecamente ligado a sus retos económicos.

“El estatus es gran parte del problema que Puerto Rico enfrenta todo el tiempo. En mi opinión, el problema principal,” dijo el Congresista José Serrano (D-N.Y.), quien nació en la isla.

Los estadistas argumentan que el estatus territorial ha mermado la economía de la isla al crear una estructura legal mediante la cual el Congreso puede escoger qué leyes — particularmente leyes fiscales — son aplicables en Puerto Rico.

“El pensamiento que se le da a las políticas nacionales no se da en el caso de Puerto Rico, y luego la gente trata de inventar tratos especiales, generalmente porque se están tratando de ahorrar unos dólares,” dijo Jeffrey Farrow, un ex-funcionario de la Casa Blanca y experto en política territorial.

“Esos tratos especiales casi nunca funcionan y casi siempre exacerban el problema.”

Aún así, el plan enfrenta retos jurídicos y oposición en la isla — a pesar del hecho de que los puertorriqueños votaron por amplio margen en 2012 para convertirse en estado.

El entonces gobernador, Alejandro García Padilla (D), miembro del Partido Popular Democrático, que promueve la libre asociación, se opuso a la estadidad. Su partido y el minoritario partido independentista han decidido boicotear el voto del próximo domingo.

Después del plebiscito del 2012, los opositores de la estadidad argumentaron que la participación no había sido lo suficientemente alta para reflejar la verdadera voluntad del pueblo.

Rosselló y la Comisionada Residente Jenniffer González Colón (R) son miembros del Partido Nuevo Progresista (PNP) dentro de Puerto Rico. El PNP está promoviendo la participación en el plebiscito.

Los opositores a la estadidad están contando con que el boicot reduzca la participación. Dicen que si al menos el 50 por ciento del padrón electoral no aprueba la medida, no será un resultado creíble.

De acuerdo a una encuesta publicada la semana pasada por el periódico El Nuevo Día de San Juan, 72 por ciento de los votantes registrados planean asistir a las urnas, y 20 por ciento ya han decidido boicotear la elección.

Los partidos de oposición dicen que el boicot se justifica, ya que el Departamento de Justicia no ha aprobado la boleta final.

Rosselló inicialmente puso a consideración de las autoridades federales una boleta que no permitía a los votantes escoger el statu quo, sólo dejando las opciones de independencia o estadidad.

El Departamento de Justicia requirió a Rosselló incluir el statu quo en su revisión de la boleta, a lo cual accedió Rosselló, pero la autoridad federal dijo que no tendría tiempo de aprobar la nueva boleta antes del plebiscito.

La redacción de la boleta también atrajo la atención del Congreso.

El Senador Roger Wicker (R-Miss.) se pronunció en contra, diciendo que promovía la estadidad “de manera injusta.”

Escribió una carta al Fiscal General Jeff Sessions explicando su objeción al encabezado de la boleta, “Plebiscito para la descolonización inmediata de Puerto Rico.” Wicker dijo que Puerto Rico no ha sido colonia desde que los Estados Unidos anexó al territorio en 1898.

Los estadistas insisten que el estatus territorial para 3.5 millones de ciudadanos se equipara al colonialismo.

En Washington el mes pasado, Rosselló llamó por el fin a “500 años de estatus colonial,” y “100 años de ciudadanía americana sin derechos plenos.”

A pesar de la oposición en San Juan o Washington, los altos oficiales puertorriqueños llevarán a cabo su plan de mandar una delegación al Congreso, bajo una ley promulgada por Rosselló el lunes, suponiendo que la estadidad gane el plebiscito.

Todavía no queda claro si esa delegación sería recibida. La oficina del Presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan (R-Wis.) no respondió a una solicitud para comentar al respecto.